Quiero un mundo donde las balas sean caramelos
Y las armas sean de
juguete,
Donde caminar sea sinónimo de libertad,
Donde los zapatos se usen en la cabeza y los gorros en los
pies,
Tal vez allí las
lágrimas sean dulces, la soledad acompañada,
Y las sombras muy iluminadas, quiero un mundo contigo,
Un mundo donde volar sea tan cotidiano como tomarse un café,
Donde puedas llegar tan alto como en tus sueños has de
llegar,
Quiero un mundo sin restricciones en el que pensar se vuelva
una obligación
Y escribir sea un mandamiento .
. .
A veces pienso que quiero un mundo de cabeza, pero no sé si
es el mundo que quiero o el mundo en que habito el que está al revés.
Ese mundo existe, tu imaginación, por ende vivo ese mundo al leerte.
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