¿Cómo echar a la deriva la cotidianidad de un viernes?
que a través de ciertas acciones totalmente inesperadas
logra sacarme más que una sonrisa.
Ese viernes que huele normalmente a naranjas,
hoy olía a cerezas y me encanta como un simple juego
se puede poner caliente y pasar a un nuevo nivel . . .
Me gustan las galletas y algunos fantasmas van tras de mí,
pero hoy ganamos tú y yo, y los fantasmas no se inmutaron.
Quiero ahogarme en ese mar verde del que hablan los beatles mientras canto algo como
"We all live in a yellow subamrine, yellow subarine, yellow submarine"
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